10. SALUD Y SOLUCIÓN SOLIDARIA.

En, momentos en que se discute en nuestro país en forma pública, los problemas de salud entre las autoridades del Estado y el Colegio Médico, creí que valía la pena averiguar, aunque fuera en forma general y, sin conocer el marco jurídico que las regula, cómo funcionan las prestaciones de salud en algún país europeo de los más desarrollados.

Aproveché para ello, la buena amistad que me une con un conocido médico chileno que, después de ejercer en nuestro país por muchos años y con éxito, se trasladó a Alemania, en donde, con su tituló revalidado, trabajó hasta su jubilación, primero, como jefe de la maternidad de un gran hospital y, luego, en la actividad privada.

Obviamente, los recursos con que cuenta el sistema de salud en Alemania, en donde el Estado administra más del 50% del producto, y con un ingreso «per cápita» varias veces superior al chileno, le permiten proporcionar una amplia y eficiente cobertura.

Independientemente del presupuesto de salud actual en Chile hay factores que podrían imitarse, siempre que el Colegio Médico preste su colaboración al respecto.

En Alemania los hospitales estatales que cubren las necesidades de más del noventa y cinco por ciento de la población, se encuentran a cargo de médicos de tiempo completo, que no atienden en forma particular a sus pacientes.

Esto requiere obviamente, que los sueldos que pague el Estado sean suficientes para vivir con cierta dignidad a los médicos que se inician y con holgura cuando han ascendido en su carrera funcionaria. Los beneficios del sistema son evidentes. Si los médicos no tienen que salir del hospital a atender su consulta particular ni urgencias, trabajan todo el día en policlínicas y pabellones y no hay subocupación de éstos qué, en la mayoría de los casos, en los hospitales chilenos, actualmente están ociosos de 14 horas en adelante porque los médicos deben atender sus consultas u operar en clínicas privadas. 

Las listas de espera cuya licitación ahora se discute «correrían» rápidamente si los médicos de los hospitales públicos se mantuvieran trabajando en éstos la jornada completa.

Es obvio que no es solamente el aumento de jornadas y remuneraciones médicas lo que hace falta, sino qué además se requiere personal auxiliar y, eventualmente, más insumos y equipos.

En lo que se refiere a la atención extra hospitalaria los médicos que ejercen su profesión en forma privada reciben sus honorarios de alguna de las varias cajas de previsión o equivalentes que existen en Alemania las cuales tienen facultades suficientes y poder de negociación frente a los Colegios y Asociaciones Médicas como para que, los aranceles que pagan una u otra no tengan diferencias significativas. En otros términos el médico recibe, según sea la institución de salud a que se encuentre afiliado su paciente. un honorario que no tiene normalmente más de un marco de diferencia, es decir unos $280 entre una y otra institución de salud.

La otra sorpresa fue el monto que reciben los médicos especialistas por una consulta en su estudio. Su honorario varía entre 13 y 15 marcos en promedio, equivalente a $3.640 y $4.200 respectivamente es decir, aproximadamente, la misma cantidad que recibe un médico chileno por un bono de FONASA nivel 3 y poco más en el segundo caso.

Nuestro médico chileno nos pudo informar que las ISAPRES en Chile pagaban enlie 6 y 12 mil pesos por consulta, aproximadamente y que la mayoría de los medicos especialistas, incluso si atendían además por FONASA, percibían, en promedio unos 8 a 9 mil pesos por consulta en el estudio. ,

Es decir, el médico alemán recibe en promedio, la mitad , de lo que recibe un médico chileno en su consulta por cada paciente. Si tomamos en cuenta la diferencia entre el costo de la vida en Alemania y en Chile las cifras se hacen más decidoras.

Surgen algunas preguntas para las organizaciones involucradas en el problema de la Salud en Chile.

Para el Colegio Médico que rompe lanzas en contra de la salud privada y en beneficio de los servicios del Estado.

1) ¿Estaría el Colegio en situación de asegurar que el 90% de sus miembros se incorporarían, sin restricciones a FONASA con aranceles parecidos a los de Alemania?

2) ¿Podría el Colegio asegurar que parte de sus mejores profesionales se adscribirían con jornadas completas efectivas a los hospitales públicos con niveles de sueldo como los mejores de la Administración Pública chilena? Si los médicos quieren, por natural espíritu solidario, contribuir a la salud pública éste sería el mejor medio, porque uno de los mayores problemas de, los imponentes de FONASA es que la mayoría de los médicos no atiende con bonos de consulta de esa institución y para qué decir de los especialistas, verbigracia: oculistas, dermatólogos, ginecólogos, otorrinolaringólogos, etc. Si todos los miembros del Colegio dedicaran al menos 50% de su horario de consulta a FONASA, muchísimos cotizantes abandonarían sus ISAPRES, para regresar a la salud pública.

Y si los médicos, con sueldos razonables tales como los de la administración pública de los servicios mejor pagados, incluyendo naturalmente a buenos cirujanos chilenos, sirvieran jornadas completas en los hospitales públicos, no habría en éstos listas de espera. Obviamente, esto exigiría, como se ha dicho, otras medidas que corresponde adoptar al Gobierno y que señalamos a continuación.

Preguntas para el Estado.

Si el Colegio Médico resuelve el problema de las consultas con bonos de FONASA sacrificando parte de sus expectativas de ingreso, para ponerlas no más arriba que las de los medicos de países que tienen 4 veces la renta per cápita de Chile, ¿podría el Gobierno implementar una política hospitalaria para atender a toda la población? Los recursos, al menos en parte importante se obtendrían en la forma que se ve a continuación.

El esfuerzo de los particulares: La ley autoriza a los empleadores que lo deseen, y se considera como gasto deducible, agregar un 2% a la cotización de salud del empleado que se transforma así en un 9%.

Por experiencia directa creo que el empleador impone de buena gana este 2% adicional a cargo suyo si mejora la cobertura de salud de sus empleados. No poseo estadísticas respecto al número de empleadores que otorgan este beneficio pero creo que si se monta una campaña ¨Por la salud de Chile», podrían agregarse ingentes recursos a FONASA, porque es obvio que esta institución podría otorgar mejores beneficios, sobre todo en tratamientos quirúrgicos y hospitalarios si sus ingresos aumentan casi en un tercio, sin aumentar el número de beneficiarios. En igual sentido y, si se quisiera proceder con más rapidez ¿por qué no hacer legalmente obligatorio el pago del 2% sobre los sueldos de cargo del empleador y dirigido directamente a financiar el sistema nacional de salud, en un esfuerzo para atender las prioridades nacionales?

Pregunta para los imponentes de ISAPRES. Si usted es imponente de la tercera edad con planes reducidos y caros como los que ofrecen las ISAPRES ¿no se cambiaría a FONASA si tuviera los mismos médicos de libre elección, con arancel rebajado y buena atención hospitalaria?

Si Ud. es joven pero no puede pagar para ingresar a un ‘buen plan» de ISAPRES, junto con su familia porque le cuesta $100.000 mensuales, pero puede pagar $35.000 o $40.000 mensuales, por un plan igualmente bueno de FONASA ¿no se cambiaría a esta institución?

Los actuales cotizantes de ISAPRES que están llegando a la tercera edad en que estas instituciones multiplican el precio de sus planes de salud ¿no se cambiarían a FONASA?

Creo que casi todos los chilenos, salvo los que puedan pagar varios cientos de miles de pesos por un plan de salud «Top» en una ISAPRE, favorecerían a FONASA con su afiliación si se dieran a aquélla los recursos de que carece. Pero, esto supone como se ha visto, la colaboración de todos, especialmente del Colegio Médico, que hasta ahora rechaza con mucha razón el «negocio de la salud» pero que no ofrece soluciones que signifiquen un moderado sacrificio de sus miembros para atender la salud en un país que no puede compararse con Alemania, y que, sin embargo, paga a sus médicos honorarios superiores a los que ganarían en aquel país.

Mario Alegría Alegría

 

 

Publicado en El Mercurio de Valparaíso, el 20 deMayo de 1996

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *